jueves, 23 de octubre de 2014

ENSAYO SEMIÓTICO.


1. LOS SÍMBOLOS: SENDERO Y VIDA DE LA LITERATURA

Sin lugar a dudas los elementos simbólicos constituyen una parte rica, imaginativa e importante dentro de una obra de arte. Es a través de ellos, que en forma casi mágica, el autor llega hasta nosotros, recreando y escondiendo su mundo a la vez, con la ayuda del carácter polisémico de los mismos. Es así, como en los símbolos se incluyen grandes verdades, que muy poco se descubren a ciencia cierta, pues, en el momento en que el lector penetra en ese sendero, se encuentra con situaciones distintas a las del autor, las que lo obligan a encontrar otros significados, floreciendo así el signo polisémico de la obra. Pero el descubrir estos significados nos obligan a encarnarnos con la obra misma y nos introduce de lleno, en ese mundo creado por el escritor; obligándonos a poner en juego nuestra imaginación, al tratar de darle una verdad a las realidades disfrazadas. 

Es así como: "una obra de arte es una forma expresiva creada para nuestra percepción a través de los sentidos o la imaginación, y lo que expresa es sentimiento humano"; la escritora tiene razón al hacer estas aseveraciones pues todas las personas poseen sensibilidad, tienen capacidad por medio de esta, para sentir asombro y vivir la fantasía; en el mundo creado por el autor. Pero, no hay que ser tan generalizantes porque la realidad es otra, todos poseen esa sensibilidad, sin embargo, en ellos no está presente el goce estético el cual esta ligado al espíritu, tal vez no se identifican con la obra y no traspasan el umbral de lo que el autor quiere decir.

El primer término es perceptible sensiblemente. Más para aprehender el fondo es menester todavía una tercera cosa, justo aquella por la que se distingue el que experimenta en sí el fenómeno del estar arrebatado del que no comprender artísticamente. Este tercer factor es espiritual. Sin él no es posible aprehender el fondo.

Hartmann explica que para sumergirse y llegar al fondo de la obra el factor espíritu es importante. Además, este elemento permitirá al lector captar la simbología inmersa en el escrito; que lo trasladaría a un mundo ideal con una serie de imágenes que pueden estar totalmente en desacuerdo con el escritor; de allí la riqueza y la importancia de los símbolos en la literatura.

... La idealidad se intuye interiormente, estando allí solo para aquel que comprende la obra de arte. Mediante la idealidad de aparición se destaca el objeto estético, quedando arrebatado al mundo real e introducido en el ideal.

El mundo ideal es aquel universo simbólico que crea e inventa el lector cuando recorre la obra. Por lo tanto, se puede afirmar que todo libro esta cargado de un caudal de imágenes que son "signos de los sentimientos humanos".

Tomando como base los planteamientos anteriores, podemos penetrar en ese gran mundo dibujado por el escritor colombiano GABRIEL GARCÍA MARQUEZ, en su obra "LA HOJARASCA"; en la cual las acciones desarrolladas están guiadas por una serie de símbolos que se develarán a continuación.

Primero portamos del título, "La Hojarasca", que fuera del contexto no sería más que un montón de hojas en descomposición, pero dentro del universo de Garcia Marquez connota una descomposición de la sociedad, La Hojarasca viene a simbolizar toda la muchedumbre que llegó a Macondo con la compañía bananera.

...hasta cuando llegó la compañía bananera y se iniciaron los trabajos del ferrocarril. Entonces empezaron a sobrar sillas en el cuartito. La gente que lo visitó durante los primeros cuatro años de su estadía en Macondo, empezó a desviarse después de que la compañía organizo el servicio médico para sus trabajadores. El debió ver los nuevos rumbos trazados por la hojarasca, pero no dijo nada.

La Hojarasca hace que Macondo cambie hasta en sus costumbres creando en el pueblo otro ambiente de "perspectivas magníficas"; que al final terminarían en podredumbre, "son diversiones para la hojarasca", con esa expresión se está haciendo una clasificación social, "gente del común". Macondo sufría una degradación.

Por otro lado, en este pueblo cada persona representa algo, creándose así en cada personaje de la obra un mundo diferente. El coronel un hombre fuerte, generoso, justo, cumplidor de su deber y respetado por todos; es el bueno (dechado de virtudes).

...Meme había reaccionado con nuestras fricciones. Enfurecida grité: "si. Alcohol, eso es, ya la friccionamos y está mejor. Pero para hacer eso no hemos tenido necesidad de vivir ocho años de garra". Y tu padre, todavía condescendiente, todavía con esa tontería conciliadora: " No es nada serio. Algún día te darás cuenta de eso"... yo pensé que tú padre no lo había despedido por haberse negado a atender a Meme. Pero cuando le hice la pregunta, ese mismo día, se limitó a responder: " Tú y yo tenemos que hablar largo de eso" . Y han trascurrido cinco años sin que haya vuelto a tocarme el punto...

El coronel es "la calma" en Macondo.

En otro ángulo de este cosmos se encuentran Isabel y Adelaida, sumisas para hacer lo que ordenará el coronel. Isabel se casa con Martín a quien no llega a conocer porque éste todo lo arregla con el padre de la misma; es un hombre que desaparece sin saberse por qué.

Se casó con Isabel en diciembre, hace ahora once años. Han transcurrido, nueve desde cuando se fue con la cartera llena de obligaciones firmadas por mi, y prometió volver tan pronto como realizara la operación que se se había propuesto y para la cual contaba con el respaldo de mis bienes. Han transcurrido nueve años pero no por ello tengo derecho a pensar que era un estafador...

Sobre Martín son muchas las preguntas que surgen ¿sería un estafador? ¿vendería el coronel a Isabel a costa de tener un nieto?, sin lugar a duda que estos interrogantes los responderá cada lector. Entonces, en Isabel y Adelaida está encarnada el tipo de mujer sumisa, de hogar. "Adelaida siguió dándole la sopa a Isabel...Adelaida sirvió el vino"

Todo se hizo sin consultarlo conmigo, Chabela; como si yo fuera un monicongo colgado en la pared. Antes de que yo pudiera preguntar qué estaba pasando, por qué estaba sucediendo, cosas extrañas en mi propia casa sin que yo lo supiera, tu padre había venido a decirme: " No tienes nada que preguntarle a Meme. Ella se va pero tal vez vuelva dentro de algún tiempo"...

Continuando con este recorrido nos encontramos con Meme, alguien que no vas más allá de las simplezas de una criada osada, considerada por sus patrones, no le importa el qué dirán vive con el doctor y al final no se sabe qué sucede con ella ¿murió?, ¿se fue?, ¿tuvo un hijo? no sabemos, pero cualquiera podría tomar como base estos hechos para escribir otra obra. Meme es símbolo de libertad en todo el sentido de la palabra, pues después de vivir con el doctor no le importa abandonarlo.

...Meme se había presentado a la iglesia, adornada como una cualquiera elevada a la categoría de señora, y que tu padre había tenido el descaro de sacarla de brazo por la plaza. Entonces fue cuando supe que no estaba tan lejos como yo creía, sino que vivía en la casa de la esquina con el doctor. Se habían ido a vivir juntos, como dos cerdos...

...-Es Adelaida, doctor. Desea que usted vaya a ver a Meme, dije. Y él, sentado, con su parsimoniosa voz de rumiante me respondió con un impacto: -No será necesario. Lo que pasa es que ella está embarazada... hace ocho años que Meme se acuesta conmigo... -Dijo que Meme se había ido eso era todo...


"Meme desapareció alrededor de once años..."

Al hablar de Meme se ha mencionado el personaje alrededor del cual gira toda la obra, él es el eje central, por él se dan los hechos. Un hombre innominado (el doctor) que llega a Macondo recomendado, dispuesto a prestar un servicio pero todo cambia. En él se representa la soledad, la injusticia, la falta de humanidad y todo el resentimiento social de un pueblo que no perdona. Es alguien que se convierte en un ermitaño, encerrado en sí mismo, en sus pensamientos; hasta su comida es singular "hierbas" como las vacas. Todo este personaje es un mundo.

Coronel, coronel, en la oficina lo solicitan un forastero... Estoy segura, mejor dicho, que es un militar. Tiene un bigote negro y punteado y la cara como de cobre... Después que me entregó la carta del coronel Aureliano Buendía... Entonces ella, sonriendo también, pero visiblemente desconcertada le preguntó ¿Qué clase de hierba doctor? y él, con su parsimoniosa voz de rumiante: -Hierba común, señora; de esa que comen los burros.

Con las citas inmediatamente anterior sabemos y corroboramos cómo es la llegada del doctor a Macondo. Pero nos interesa ir más a fondo llegar a los hechos que lo convierten en una piltrafa humana, hasta el punto de que su muerte sea motivo de alegría en el pueblo. Además en las expresiones de la gente está presente el rencor que sentían hacia este hombre.

Llevaba cuatro años de vivir en nuestra casa y estaba acreditado en Macondo como un profesional serio... Fue el único médico en el pueblo hasta cuando llegó la Compañía bananera... Entonces empezaron a sobrar sillas en el cuartito. La gente que lo visitó durante los primeros cuatro años... empezó a desviarse después de que la Compañía organizó el servicio médico para sus trabajadores... Es una herejía seguirlo sosteniendo. Es como si estuviéramos alimentando a un demonio... ese día después de cinco años de vivir en la misma casa, de comer en la misma mesa, caí en la cuenta de que ni siquiera conocíamos su nombre.

Ahora me doy cuenta de que el alcalde comparte los rencores del pueblo. Es un sentimiento alimentado durante diez años, desde aquella noche borrascosa en que le trajeron los heridos a la puerta y le gritaron ... Doctor, atienda a estos heridos que ya los otros médicos no dan abasto, y todavía sin abrir (porque la puerta permaneció cerrada, los heridos acostados frente a ella): Usted es el único médico que nos queda. Tiene que hacer una obra de caridad y él respondió... Se me olvidó todo lo que sabía de eso. Llévenlos a otra parte, y siguió... con la puerta cerrada, mientras el rencor crecía, se ramificaba... No daría tregua a Macondo en el resto de su vida... la sentencia-gritada esa noche que condeno al doctor a pudrirse detrás de esas paredes: 


Todo el pueblo condeno al doctor por su falta de caridad, del hecho anterior se desprende el resentimiento y rencor por este hombre. "Miércoles en Macondo. Buen día para enterrar al diablo"; expresiones como esta demuestran la felicidad de que hubiese muerto el doctor. Hasta los alcaravanes cantaban, más bien, no seria la gente la que cantaba al sentir el olor del muerto. Este es otro símbolo. "Ahora sentirán el olor del muerto. Ahora todos los alcaravanes se pondrán a cantar".

A través de éste recorrido por Macondo hemos visto como Garcia Marquez, a través del uso de ciertos símbolos nos conduce sin querer, a descubrir situaciones que no son dichas con el don de la palabra, pero que representan parte esencial del contenido del texto analizado. Invito al lector a que siga descubriendo otras imágenes, a que no lea la obra por leerla sino que se sumerja e invente su mundo propio porque la literatura es rica. ¡Entre por éste sendero y su vida alcanzará otro horizonte!








    



                                                           Jannet Pava
                                             Docente de Semiótica
                                                       

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